MI PERRO NO DEJA DE RASCARSE. NECESITO SOLUCIONARLO YA.

El picor continuo es desesperante para el perro que lo sufre y para su familia. Los problemas de la piel son muy frecuentes en los perros. Algunos son leves y muy sencillos de tratar, pero otros pueden ser un reflejo de que está pasando algo grave, así que siempre es recomendable acudir a tu veterinario si descubres que tu perro se está rascando.


MI PERRO NO DEJA DE RASCARSE. NECESITO SOLUCIONARLO YA.

 

¿Cómo puedo saber si mi perro tiene un problema en la piel?

Que tu perro se rasque no es normal. Tener un picor ocasional es algo que nos pasa a todos, pero si tu perro está incómodo y te has dado cuenta de que está rascándose o frotándose todo el tiempo, es un signo de que algo está pasando en su piel.

Tu perro tiene picor y, por lo tanto, un problema que se debe investigar, si notas que está sufriendo alguno de estos signos:

- Se rasca alguna parte de su cuerpo, normalmente con las uñas de las patas traseras, o se frota la cara con las patas delanteras. También puede morderse o lamerse.

- Agita la cabeza muchas veces, porque le molestan los oídos.

- Se tumba y se frota contra objetos o contra el suelo. Arrastra el hocico contra elementos que tiene a su alcance (alfombras o muebles).

- Se lame las patas de forma continua.

- Tiene calvas en zonas donde debería tener pelo.

- Las zonas que normalmente no tienen pelo están enrojecidas: entre los dedos, alrededor de los ojos, en la zona del abdomen, o las ingles.

- Tiene heridas o costras, que pueden ser por rascarse o por otras causas.

- Le lloran mucho los ojos y tiene muchas lágrimas o legañas.

- Está muy nervioso, está inquieto por la noche, le cuesta descansar, o incluso está de mal humor (ladra mucho, gruñe o se pelea).

 

¿Qué provoca que mi perro se rasque tanto?

Las causas del picor en los perros son muy variadas, y en ocasiones averiguar el origen es muy complicado. Lo más frecuente es que el problema que provoca el picor de tu perro esté en la piel:

- Pulgas: aunque no veas pulgas sobre tu perro pueden estar en el ambiente, subirse a tu perro, picarle, y volver al ambiente. Es muy importante que protejas a tu perro durante todo el año con productos insecticidas repelentes a las pulgas. Existen multitud de formatos muy cómodos, como collares, pipetas o comprimidos. Consulta con tu veterinario cuál es el más adecuado. Hay perros que son muy sensibles a las pulgas y tienen alergia a la picadura de pulga, por lo que un solo picotazo puede hacer que tengan una dermatitis muy potente con mucho picor, sin que veas las pulgas.

- Ácaros: son microscópicos y provocan varios tipos de sarnas. Algunas son más leves y se tratan con facilidad, pero es imprescindible que el veterinario diagnostique qué tipo de ácaro está afectando a tu perro, porque algunos también pueden contagiar a las personas. Hay ácaros que también producen otitis.

- Infecciones de la piel: la piel puede infectarse por bacterias, o por una levadura que se llama Malassezia.

- Hongos: también se conocen como tiña y algunas se transmiten a las personas, así que hay que tratarlas cuanto antes.

- Alergias: las alergias en los perros son complicadas de diagnosticar y tratar. Suelen necesitar un control y tratamiento de por vida, incluyendo una alimentación especial. Las causas alérgicas más frecuentes de los perros que causan picor y rascado son la dermatitis atópica, la dermatitis de contacto y las alergias alimentarias.

Hay enfermedades que no tienen origen en la piel sino en otras partes del organismo, pero causan picor igualmente. Algunos ejemplos son las enfermedades endocrinas, algunos tipos de cáncer, la leishmaniosis, el lupus, y otras enfermedades en las que en sistema inmunitario no funciona correctamente.

 

El picor no puede esperar: acude cuanto antes a tu veterinario

Además de ser una sensación muy incómoda y desagradable para tu perro, el picor puede terminar exasperando a toda la familia. Por otra parte, si tu perro se está rascando, podría deberse a un problema leve que se soluciona con rapidez, pero también puede que haya una afección más grave detrás. Lo más aconsejable es que si tu perro se rasca, acudas cuanto antes a tu veterinario para averiguar cuál es la causa y ponerle tratamiento lo antes posible.

Encontrar la causa del picor de tu perro no siempre será sencillo. En ocasiones es necesario realizar varias pruebas hasta llegar al diagnóstico, así que ten paciencia. Es mejor ir paso a paso y encontrar el origen del picor de tu perro, que apresurarse en ponerle un remedio rápido que puede dejar de funcionar, o incluso hacer que empeore.

 

Cómo puedes tratar el picor de tu perro para que se encuentre mejor

Cada enfermedad necesita un tratamiento específico y tu veterinario sabrá qué protocolo seguir para saber qué está provocando el picor de tu perro y qué solución es la más adecuada. Algunos tratamientos no curan las enfermedades que producen picor, sino que su objetivo es controlarlo y que tu perro esté cómodo y tranquilo. Con algunas enfermedades de la piel tu veterinario te explicará que tienes que ser muy estricto al seguir algunas pautas y llevar un estilo de vida que evite que tu perro se exponga a los factores que le provocan picor.

Dependiendo de la causa del picor de tu perro, verás que hay tratamientos muy variados. Tu veterinario te explicará cómo tienes que aplicarlos:

- Baños con champú: ayudan a mantener la piel de tu perro sana y eliminan algunas infecciones.

- Suplementos alimenticios: en algunas afecciones de la piel se recomienda que los perros tomen complementos especiales que ayudan a reducir la inflamación, a hidratar la piel y a reducir el picor.

- Dietas hipoalergénicas: a los perros alérgicos se les prescriben dietas especiales que eliminan los ingredientes que les provocan brotes de picor.

- Medicamentos: dependiendo de la causa del picor, tu veterinario te prescribirá antiparasitarios, antibióticos o antiinflamatorios para tu perro, entre otros medicamentos.

- Nuevos medicamentos para controlar el picor: en los últimos años se han desarrollado nuevos fármacos que ayudan a que los perros con algunos tipos de enfermedades alérgicas que antes necesitaban tratarse con medicamentos que eran más engorrosos de administrar o que producían más efectos secundarios. Se pueden aplicar una vez al mes o cada tres meses.

- Inyectables para reducir la reactividad de la piel: se llaman de forma coloquial «vacunas de la alergia», aunque no son vacunas verdaderas. Consisten en inyectar el agente al que el perro tiene alergia, a bajas dosis, para que poco a poco su organismo deje de reaccionar y de provocarle picor.

- Pomadas: en los perros es poco frecuente recetar cremas y pomadas, porque tienen pelo y es difícil que se absorban. Por otra parte, es peligroso que las puedan lamer, así que solo se utilizan en contadas ocasiones.

- Tratamientos específicos para las enfermedades que no tienen origen en la piel.